Recuerda que moriras

domingo, 26 de enero de 2014

Siempre hay un concluyente.





                        Siempre hay un concluyente.
Y aun a sabiendas de que todo puede recuperarse…
 siempre queda la punzante cicatriz,
 que por sí misma habla de una historia que pasó
 y que siempre se quedará ahí, cincelada en la memoria.

Hay un tiempo para todo, igual que hay un comienzo
 que siempre acarrea un final.
Ser la eterna sospecha suele resultar un lastre pesado,
difícil de arrastrar incluso para uno mismo.
Uno debe saber que cuando el sentimiento
 se traduce en dolor punzante,
 se corre el riesgo de convertirse en un enfermo de amor.
Es el momento de recuperarse y restablecer nuevamente la identidad.
Hoy paso página y edito el final de este blog.
Siempre fue un lienzo vacío 
donde  escribir el lenguaje de mis sueños.
Hoy paso página…
 pero yo sé que siempre dejo doblada una esquina
donde poner en letra menuda…
Continuará.

viernes, 24 de enero de 2014

Estas bajo mi piel



Mientras reflexionaba de este
peligroso e irresistible pasatiempo.
Supe que la espera hacia el final había comenzado.
Los pasos dados hacia delante
sonámbulos regresaban.

Siempre corriendo antes de que el tiempo
se llevara nuestro sueño.
Pero ya duelen las palabras de tu boca
Hoy te noto cerca del nunca
¿Cómo puedo decir ahora por siempre?

Tomé lo concedido
Y sigo sin poder llegar cerca de ti.
Nunca quise caras bonitas, para leer bonitas mentiras
Y aunque parezca que no me importa…
Estas bajo mi piel  pero fuera de mis manos.

¿Sabes a lo que me refiero?
Siempre he estado huyendo de este final
Siempre corriendo antes de que el tiempo
se llevara nuestro sueño.