Recuerda que moriras

lunes, 12 de septiembre de 2011

No quiero tener memoria.

 

 

Quizás bastaba respirar, sólo respirar para no tener memoria.

Desear que me sepulte el olvido

y así no tener memoria.

Y así, a cada mañana que el sol se alce,

poder volverte a encontrar .

Quiero poder buscarte y hallarte con ojos desconocidos, poder temblar cuando te mire…y sentir que enajenadamente poseo la fuerza suficiente incluso, 

para matar dragones.

Saber que a cada salto de onda que tú des en el agua, yo posea la fe de poder caminar y seguirte sobre ella.

Quiero tener tu aroma preso y dejarlo escapar…

en un leve suspiro que roce la tarde.

Y poder mecerme en tu pelo, beber de tus labios y humedecer tu lengua en la mía.

Poder aprender cada día a respirar tu aire puro… ese que me da vida y me desata.

Quedarme desnudo de tus recuerdos, para poder recuperarlos un día tras otro al amanecer.

Aprender de tu lenguaje sin palabras, recibir pulcros besos y caricias enlazados con tu piel.

No quiero tener memoria.

Y así poder recuperar cada latido de mí

y tener mil cosas que contarte, mil cosas que me arrastren siempre junto a ti.

martes, 6 de septiembre de 2011

Conciencia



           Soy la cálida palabra que detiene tus vientos helados…
                       para sanar tu dolor.
           Apreciaras cada lección que alivie en tus brasas 
                   y aunque el fuego también fracasa…
           Yo sembrare de sueños tu ilusión. 
                             ( Tides of Time)


Mi esperanza es un desierto que desagua lamentos.
Siempre he sido una hoja con la intención de caer
Rechazando creer en una suplica constante.
Encontrando salvación en mis angustias y consuelo en mis anhelos, derramando lágrimas secas.

Escapo de mí, regresando una y otra vez a este vacío, intentando dar un respiro a mi espíritu amputado.
Quiero líbrame del fuego del infierno y que devore mi cuerpo hasta no hallar rastro de ella.
Quiero acuchillar mis sueños hasta ver desangrado mi último deseo.

Márcame de vergüenza hasta que yo mismo me señale con el dedo acusador y me de cuenta de cuantas cicatrices atavían mi alma.
Ya no siento ni la cobardía de no reconocerte cuando me nombras.
Golpéame duro y con saña que recuerde el sufrimiento que se infringe cuando amas.

El tiempo es el primero en huir de mí y los años pasan crueles marcando mi decadencia, dejando que el sufrimiento y la pena me hieran.
Cuando  te desvanezcas como la neblina… yo regresaré y de nuevo habré aprendido a escapar de ti.

No hay nadie a quién culpar de mi conciencia.
Nadie que pueda purificarla.
Solo he de resistir y liberarme de los que habitan dentro de mí,  solo entonces la sabré sometida.
Mi destino siempre fue el azar y siempre me persigue.
Solo cuando sea libre, regresaré.

No habrá manchas en la pared de mi recuerdo, seré huérfano del pasado, un lienzo vacío donde poder escribir.
Cuando sea libre de mi mismo, cuando mi sol salga de nuevo, sin lamentarme de ser libre, de volver a existir.
Cuando consiga encontrar… el aquí y ahora.
Despertaré del sueño entumecido.
Y entonces volveré a ser yo.