Aquí estamos otra vez, tú y yo a solas,
en un forcejeo interno y sin cuartelillo… Sr.Corazón.
Señalándome…por haberte instruido en el temor, pero sin poder sentir su miedo.
Acusándome… de embadurnarte con la desgana y la desesperanza en eso que llaman amor.
Censurándome…por ocultar todo rastro de ti, recluyéndote, para que no seas despojado y tras ello encarcelado de amor.
Reprendiéndome…por haberte quedado expuesto a un silencio infinito que no sientes.
Maldiciéndome…por esconderte confidencialmente en el ruido, para que no puedas reconocer como suena el amor.
Hiriéndome…en cada golpeteo de sangre que circula por tus venas y que te impide dar…suspiros desencajados.
Ignorándome…si exhalo pasión y me dejo llevar por tu momento débil.
Culpándome…por haberte silenciado hasta olvidarte en el olvido.
Fingiendo no saber de mi, negándote a la obediencia que te impongo una y mil veces.
Recriminándome…porque dices que he eliminando toda posibilidad de acercamiento a otro semejante.
Repudiándome… por hacerte incompatible, intransigente, testarudo y hasta vanidoso.
Y aquí sigues…azotándome con tu indiferencia.
¡Obstinado loco…¡
Cabezota y antojadizo, por abrigarte de algún abrazo. Combatiéndome…en todo momento.
Discordando, confabulando y acometiendo cruelmente contra nuestra intimidad.
No sigas rechazándome…
¡Es esta, nuestra vida¡ Sr.Corazón.
Déjame estar…Sr. Sin corazón.
Repúdiame…deja que alivie vacío y peso, y que pueda salir a hurtadillas de este oscuro y frío momento secreto.
Abandóname…al viento, donde pueda correr libre y salvaje.
Concédeme...que pueda amar imprudentemente, allí donde pueda sentir demasiado.
Vacíame de ti…allí donde pueda resignarme a maldecir las consecuencias dolorosas.
Desampárame…donde el miedo a perder, me acorrale y pueda sentirlo de cerca.
Permíteme…es todo cuanto quiero de ti, pero hazlo en alguna tormenta donde no se construyan mentiras y donde la brisa borrascosa pueda consolar mis carencias.
Agrándame…y suéltame como un borbotón que fluya por mis oquedades, por donde pueda deslizarme en el error de equivocarme y derrumbarme de nuevo.
Suéltame…quiero remontarme como en mis sueños y poder decir como me siento, sin considerar mis recelos.
Aíslame…allí donde pueda ser usado, gastado y vuelto a hundir.
Deslígame de ti…sin que desgarres mi esperanza y donde pueda apreciar la amarga vergüenza de llorar.
Súfreme y déjame ser…abrasador hielo o fuego helado.
Abandóname libre…Sr. Sin corazón
Resígname…a llenarme de buenas intenciones.
Olvídame…donde mis espaldas pueda llevar una insoportable carga aún a sabiendas de que la herida no pueda sanar.
Despreocúpate…cuando notes que solo me queda el amargo sabor de perderlo todo.
No sigas evitándome…
¡Es esta, nuestra vida¡ Sr.Sin corazón.