Recuerda que moriras

jueves, 20 de octubre de 2011

Corazón & Sin corazón.



Aquí estamos otra vez, tú y yo a solas,
en un forcejeo interno y sin cuartelillo… Sr.Corazón.

Señalándome…por haberte instruido en el temor, pero sin poder sentir su miedo.
Acusándome… de embadurnarte con la desgana y la desesperanza en eso que llaman amor.

Censurándome…por ocultar todo rastro de ti, recluyéndote, para que no seas despojado y tras ello encarcelado de amor.
Reprendiéndome…por haberte quedado expuesto a un silencio infinito que no sientes.

Maldiciéndome…por esconderte confidencialmente en el ruido, para que no puedas reconocer como suena el amor.
Hiriéndome…en cada golpeteo de sangre que circula por tus venas y que te impide dar…suspiros desencajados.
Ignorándome…si exhalo pasión y me dejo llevar por tu momento débil.
Culpándome…por haberte silenciado hasta olvidarte en el olvido.
Fingiendo no saber de mi, negándote a la obediencia que te impongo una y mil veces.
Recriminándome…porque dices que he eliminando toda posibilidad de acercamiento a otro semejante.

Repudiándome… por hacerte incompatible, intransigente, testarudo y hasta vanidoso.
Y aquí sigues…azotándome con tu indiferencia.
¡Obstinado loco…¡
Cabezota y antojadizo, por abrigarte de algún abrazo. Combatiéndome…en todo momento.
Discordando, confabulando y acometiendo cruelmente contra nuestra intimidad.
No sigas rechazándome… 
¡Es esta, nuestra vida¡ Sr.Corazón.

Déjame estar…Sr. Sin corazón.
Repúdiame…deja que alivie vacío y peso, y que pueda salir a hurtadillas de este oscuro y frío momento secreto.
Abandóname…al viento, donde pueda correr libre y salvaje.
Concédeme...que pueda amar imprudentemente, allí donde pueda sentir demasiado.

Vacíame de ti…allí donde pueda resignarme a maldecir las consecuencias dolorosas.
Desampárame…donde el miedo a perder, me acorrale y pueda sentirlo de cerca.
Permíteme…es todo cuanto quiero de ti, pero hazlo en alguna tormenta donde no se construyan mentiras y donde la brisa borrascosa pueda consolar mis carencias.
Agrándame…y suéltame como un borbotón que fluya por mis oquedades, por donde pueda deslizarme en el error de equivocarme y derrumbarme de nuevo.

Suéltame…quiero remontarme como en mis sueños y poder decir como me siento, sin considerar mis recelos.
Aíslame…allí donde pueda ser usado, gastado y vuelto a hundir.
Deslígame de ti…sin que desgarres mi esperanza y donde pueda apreciar la amarga vergüenza de llorar.
Súfreme y déjame ser…abrasador hielo o fuego helado.
Abandóname libre…Sr. Sin corazón

Resígname…a llenarme de buenas intenciones.
Olvídame…donde mis espaldas pueda llevar una insoportable carga aún a sabiendas de que la herida no pueda sanar.
Despreocúpate…cuando notes que solo me queda el amargo sabor de perderlo todo.
No sigas evitándome…
¡Es esta, nuestra vida¡ Sr.Sin corazón.



1 comentario:

  1. ...bonito...pero yo creo que deverias dejar que tú corazón volviera...el tiene razones que la razón no entiende...no voy a negarte que a veces nos gustaria arrancarlo de nuestro pecho y tomar decisiones por nosotros mismo...y más cuando sufres...pero piensa que eso es lo que hace que esta vida sea interesante,nos atrae lo distinto,los ideales imposibles que sabemos que no podremos alcanzar jamás...

    ResponderEliminar