Descansas en un lecho de pasión enardecida.
Delirando incomprensibles balbuceos que pronuncian un nombre clandestino que envilece tu alma.
Perpetuándolo en tu memoria y esclavizándolo para tu deseo intimo, escondido en un efímero manoseo que alienta tu placer.
Alojado en tu memoria, donde lo engalanas de caricias furtivas que van y vienen a capricho en un retrato imaginario acomodado a tu complacencia.
Transfigurado en un esbozo contenido que alimenta el entusiasmo y que no dudas en sentir a flor de piel.
Un día más, es una razón para falsificar la verdad, a sabiendas de que no hallaras nunca tu goce en su roce.
Y esa es… tu conformidad.
ummmm bueno este tampoco es para tanto Rebeka :)
ResponderEliminarPodemos conformarnos con casi cualquier cosa con tal de no hacer frente a que nuestros verdaderos deseos realmente son más pálidos y desvaídos de lo que quisiéramos. Maquillar la realidad se convierte en un arte cotidiano: pintar de rojo escarlata lo que en realidad es gris, mancharnos la mirada de carne y deseo cuando la verdad es que más allá de nuestros párpados reina el paisaje quemado, el más devastado de los eriales.
ResponderEliminarUn saludo, caballero de la roja armandura ; )
ummm!! mi encantador caballero... como siempre me deleitan sus escritos y pálabras q hay en ellos... y la verdad he de decirle q..... me transportan al mundo de los sueños.. donde todo es posible, sin q nadie te juzgue por lo q estás viviendo...!!! me ha encantado entrar de nuevo... ya le dije q lo haría... y cómo siempre... consigue q aún estando despierta... mi mente vuele y mi corazón sienta!! un besazoo enorme!! es un placer poder leerle siempre!! (su amiga xispi o xispita);)
ResponderEliminar