Cuando
la lluvia caía sobre tus ojos
yo
te ofrecía un cálido abrazo
Cuando
la noche te oscurecía,
y
no había nadie que secara tus lágrimas
yo
era brisa que calmaba.
Sé
que no es fácil entregar el corazón.
Nunca
pensé que esto se derrumbaría
Cuatro
palabras crueles y un final
Nadie
es perfecto
Bajo
tu dedo acusador no puedo respirar.
Dueles como espina que desgarra la carne
Dueles
como una sonrisa mitad amable, mitad resignada.
¿No
lo di todo?
Intenté
lo mejor
¿No
te di… cuanto podía dar?
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